lunes, 3 de agosto de 2009

Carta a mi Madre


Amada mía, mamá:


Pareciera una ironía el escribirte esta carta, cuando habito en estos tiempos, en el hogar que forjaste junto a mi padre, precedido en el tiempo de las despedidas siempre tempranas, siempre nostálgicas, nunca asumidas totalmente.

Pero aquí estoy, frente a esta pantalla, en el cobijo de la noche y bajo la música de la lluvia que la refresca. Desde aquí me es dable escuchar tu respiración, me acompaña siempre en madrugadas de insomnio, de tristezas infinitas, de silencios y secretos, de una soledad necesaria para que no veas mis ojos tantas veces llenos de lágrimas.

Porque lloro madre, lloro por tanto pasar en la vida de la mujer que pariste y que hoy es tan anciana como tú. Lloro por mí, por mis desaciertos, por mis dolores callados disfrazados de sonrisas. Lloro por ti, porque eres una pavesa que se me va extinguiendo, sin poder hacer nada, tú, que me enseñaste desde que me recuerdo en la tierra, jamás decir "no puedo", sin haberlo intentado todo. Me frustra no encontrar el camino viable a la salida de este laberinto trágico y sin regreso a los pasos dados. Me dueles madre, porque sé que el tiempo es implacable, es un tirano que pasa en contravía de lo deseado.


Mas, en este momento, déjame decirte ¡cuánto te amo!, cuán orgullosa soy de ser tu hija, cuánto me has dado en la formación de hogar grande inculcado hasta lo más profundo de mi ser y en el ser de mis hermanos.

Te ves tan frágil, tan brizna y sin embargo estás hecha de una materia fuerte, magnífica, porque eres una mujer magnífica. Lo que llevo de vida, lo que me queda, no alcanza madre, para demostrarte, para retribuir en algo, todo el amor y la dedicación con que nos criaste.

Pero mi alma está contrita, tu dolor me atraviesa, me parte en trozos que cada noche, cuando nadie me ve, recojo y reconstruyo para que no percibas (al menos es la ilusión que tengo, porque tienes ese mágico sexto o décimo sentido maternal que todo lo sabe) el rompecabezas en que me he convertido.


Mamá, cierro los ojos y me veo contigo en cada etapa de la vida, en cada aprender juntas desde la escuela las materias que estudiaba, siempre sentada a tu lado, leyéndote y tú preguntando todo. Como en una película muda pasando rapidito; me miro creciendo de tu mano, mano que sabías debías soltar un día, con todos tus temores, angustias, para que volara del nido a realizarme en mi propia vida y en el lugar que tocara. Me siento mamá aún apretada a tu regazo cuando el miedo hacia presa de mí. Hoy es mi pecho el que te acoge y mis brazos los que te sostienen.


Esta carta mamá pudiera ser muy larga, sin embargo, sólo quiero dejarte escrito, publicado y refrendado el infinito amor que te tengo, porque como tú...no hay dos. Sí, bien lo sé que todos los hijos sienten lo mismo, o al menos debieran sentirlo. Pero eres mi madre, la que conozco, la que me ha cuidado y cuida pendiente de cualquier gesto mío, más que de sus propios pesares. Te amo mamá, cuenco de mi vida, barro del que me hiciste tierra en el mes en que me trajiste al mundo. Lo bueno que pueda haber en mí, te lo debo a ti.

Te amo mamá y quiera Dios obre el milagro de abrazarte, llenarte de besos cada día , por un tiempo alargado en las fechas escritas de los finales.


Mujer maravillosa, infinita, mamá, ¡bendición!


Con todo mi sentir bonito para ti, en la nunca despedida,

tu hija, la mayor.

Yo.



11 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Efectivammente, madres no hay más que una: la nuestra y es perfecta.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

... De las cartas más bonitas que te he leído y mira que todas son bárbaras.
un beso y es un placer siempre venir a tu rincón

maruxiña dijo...

uffff las madres, nunca les agradeceremos lo bastante todo lo que han hecho y hacen por nosotros. Bonito homenaje.

Biquiños nena!!!

Silencios dijo...

Las madres poderosas, fuertes, sufridas, eternas, infatigables, sensibles ...... Una madre es la vida a cada segundo .... precioso homenaje amiga.

Mis besos

Arwen dijo...

Que bella..un placer leerla y sentir todo ese amor a tu madre, un homenaje sentido y especial de tu alma...besitoss con cariño

Anónimo dijo...

yo no pude amar a mi madre como tú amas a la tuya

a la fuerza mi amor por ella tuvo que ser distinto, es una larga historia

un beso

José Luis López Recio dijo...

Creo que con esta carta has dado el Do de pecho; es estupenda. No hay nada más emotivo que el amor que se siente por un amadre.
Saludos

Mateo Bellido dijo...

Hola.
Te agradezco esta carta. Todavía necesito escribírsela a mi madre. Ella se fue, pero no me abandonará nunca. Mamá me quiso más que nadie y yo pude quererla más todavía. Me lamentaré todos los días de mi vida, porque se marchó demasiado pronto.
Con tu permiso, la hago mía y la envío al cielo.
Un abrazo

Anouna dijo...

Maravillosa!!!! me ha llenado de emoción. No tengo más palabras que agradecerte el amor y el sentimiento que expresas en esta carta. Pues, me retratas en ella por el amor que también tengo hacia mi madre.

Un abrazo, hermosa la canción que hay puesta de entrada. Todo un acierto a tus cartas.

Besos, que te envío desde mi Chile.

Anouna

Leonor Rodríguez Rodríguez dijo...

Que grandeza de carta, mi amiga.
Es de belleza insuperable. Existe alguna excepción de madre a la que no sale esta hermosura.
Gracias
Abrazos
Leonor.

Antonella Cuevas Zambrano dijo...

Una carta triste pero a la vez hermosa, algo parecido sentí cuando tenía siete años y la luz de mi madre se extinguió frente a mis ojos...fuerza...
antonella