viernes, 16 de septiembre de 2011

Carta a una amiga

Carta a una amiga

Querida amiga:

Busco el significado de tus dos nombres.
El primero significa admiración, fama, prestigio, honor, invocación a Dios.
El segundo, guardián noble.

Te conocí en el tiempo hace poco. El tiempo a veces se nos hace eterno, aquí fue eterno  llegar a confluir en la misma línea del destino, pero eran la línea y el tiempo justo.  No  especulo en pensar cuánto durará esta amistad, ni cómo ha de seguir, no lo hago,  porque seremos amigas siempre, pase lo que pase, ya nos conocimos.  Lo mágico,  es que nunca nos hemos visto cara a cara, frente a frente, a menos  de 50 cms de distancia,  sin embargo no significa que siempre  será así, quizás alguna vez haya un vértice donde nos reconozcamos a distancia,  gritaremos nuestros nombres para luego abrazarnos .
 Por ahora  sé que tus padres te dieron en tus nombres, el mejor regalo. Porque, eres noble, tienes cualidades  por las que se te admira, eres honorable y sobre todo para mí, tu primer nombre invoca a Dios.

Somos dos mujeres distintas, te llevo más de una década en años de vida (ese detalle a veces nada cuenta en la madurez, ni siquiera en lo vivido), pero los llevo por delante. Tenemos preferencias diferentes en muchos aspectos y en  los más relevantes también. Mas, nos unen intereses similares, la música, la escritura, la palabra, el arte en general. Nos gusta reír y a todo, mientras se pueda, le sacamos esa punta que muchos no ven, pero que es graciosa , divertida. Nos divertimos juntas.   Respetamos el espacio de cada quien, el silencio de repente mientras conversamos y se deja parada hasta nuevo aviso, sin machacarnos la cabeza pensando que la una está molesta con la otra. Si hay que preguntar luego, se pregunta, pero nunca por disgusto o por pensar tonterías.

Compartimos vida, somos cómplices, vida que no es pública de cada una, sin necesidad de decirnos, “mira esto no quiero lo comentes con nadie”, porque cada una confía en la otra y sabemos ya,  que hay cosas que no hay necesidad de repetirlas o decirlas, porque se sabe de la prudencia, del respeto,  la confidencialidad.

Nos unen además, valores iguales,  formación de hogar, académica, muy parecidas. Un mismo mar baña las costas de nuestros países de origen. Así que, amiga, te estarás preguntando, el porqué de esta carta.
La respuesta es sencilla, porque te quiero y te sé triste, preocupada. Porque siempre expreso mis sentimientos sin pudor alguno,  y porque,  por  medio de estas líneas me gustaría ratificarte, que no hay nada mejor que un día tras otro. Que todo pasa y que más temprano que tarde, se iluminarán tus caminos al alcanzar tus objetivos, sueños, deseos.  Que los sentimientos que hoy nos hacen llorar, rabiar, porque antes nos hicieron felices, también encuentran acomodo, cuando el mar regresa plácido a su playa después de un tsunami.  Quiero ratificarte mi amistad en la distancia física (ahora vives al otro lado de nuestro mar) y en la corta del corazón. Que estoy y soy.  Que tienes a otros tantos que también son amigos, que siguen siendo amigos y lo mejor, conocerás personas estupendas, que también serán tus amigos. No estás sola, aunque a veces una sienta que vaga en un limbo. Tienes tanto que ofrecer y dar y tienes más en una vida plena, eres madre, que los duendes sólo esperan te acerques un poco más a ellos, para tocarte con sus varas, y así, de repente tu más caro anhelo se hará realidad. No lo dudes.

 En miras de un abrazo largo, en la diana de la amistad certera, en los lazos invisibles que nos unen, no me  despido de ti, te sigo en las huellas que dejas y camino a tu lado por si al voltear la mirada, sientes que necesitas apoyarte en mi hombro.

Te quiere,
Yo.