lunes, 6 de diciembre de 2010

Carta a un "no sé qué"

Carta a un “no sé qué”



Estimada incógnita:


¡Cuánto rebullicio en esta mente mía! ¡Cuánta andadura quijotesca sin un Sancho que ate el sentimiento!
Y es usted, señora incógnita ese “no sé qué” que a veces me atormenta, por incomprensible, por extraño y voraz en su recorrido indómito, cual borrasca que de improviso llega, arrasando, dejando estelas de pasos de corceles atilanos por donde jamás crecerá nuevamente, la misma emoción que un día, sembrada en el alma, me hizo creer que yo, existía detrás de un espejo de plata.

No sé qué me embarga, es una sensación de pérdida total de un algo que no sé definir, pero que sé de cierto perdí. Lo más triste es aceptar la pérdida de la misma pérdida y vivir ese duelo que no acaba, por lo etéreo e intangible, por el nunca jamás.

Ojalá, “no sé qué”, pueda algún día comprender este instante en que escribo estas líneas, sin razón y sin un porqué.

Atentamente, sin más,

Yo.