viernes, 10 de octubre de 2014

Carta a todas las abuelas boticarias



Queridas y entrañables abuelitas:

Hoy he sentido nostalgia por las mías y en ellas rindo homenaje a todas las abuelas de ayer y de siempre, repito, siento nostalgia por mis abuelas sabias, enciclopedias andantes,  ante la mirada atónita de los nietos. Hoy, ante algunos malestares de salud, recordé lo bien que sabían de esa medicina natural, de aquella que en un jardín encontramos para esos males que nos agobian, pues ante su sapiencia, solían decir que los "matasanos" sólo recetaban y recetaban pastillas que quién sabe qué otro mal causaban. Para qué recurrir, según ellas, a pastillas antinflamatorias que decían, compuesto de ananás, cuando podías consumir la antiséptica y maravillosa piña, en jugos o saborearla en rodajas?

Sí, recordé a mis abuelas, a las abuelas de mis amigos y a mis padres que en mi niñez practicaron mucho de esa medicina de botica natural, inculcando que no sólo con químicos frabicados en laboratorios se puede, por lo menos, depurar, sanar, limpiar, el organismo.

En tropel llegaron a mi, el anis, el ajo, la menta, la manzanilla, el boldo, el hinojo, el jenjibre, la salvia...etc.  Depurativos estos, que agregan salud a nuestro sistema digestivo, circulatorio, y más etcs.


Decían mis abuelas, "mijita si estás nerviosa una tizana  de tilo, de toronjil o maría luisa, no te vendría mal, o unas goticas de valeriana."

Extraño a mis abuelas, a mi madre que sigue aquí, que cuido, pero no está. A mi padre, bordón de los remedios heredados en su infancia en esos pueblos donde nació y ocurrió su niñez. Extraño esa botica infinita de tantos remedios que para todo tenían en ellas la respuesta oportuna y la cataplasma segura de la sanación.
¿Cómo olvidar que cada vez que carraspeaba, estornudaba o me quejaba de un dolor raro de garganta o de pecho, por los pulmones, me decían en tropel las abuelas,  no te olvides de tomar limón con miel, el remedio para toda constipación?

Y aquí estoy, con mi vaso en cuartos lleno de limón y miel, la medicina eficaz para todo mal.

Las extraño abuelas, que sí, las extraño.

Besos desde mi alma,  a donde quiera que estén sus almas.

Yo.