domingo, 28 de septiembre de 2014

Y...un día de ayer recibí esta carta



Imposible
Todo ahora es distinto,
ya  la esquirla no es el pobre tiempo
que tonto perece aburrido y laxo.
Ahora aquella manera sofocante
de cabalgar un cuerpo con los dedos sin que tocaran piel
de sentirse vecino no, sino copropietario
de una cama común que en la fantástica
alucinación de una postguerra, se convertía en paz
en esas madrugadas de poesía y canción en la distancia…
quedaron sin presencia.
No es bueno el juego eterno de soy lo lacerado,
No es justa la sentencia de solo soy quien ama…
Y llora… y sufre… y… muere,
Todos vamos muriendo, yo estoy muerta,
soy apenas el rastro de un fantasma además silencioso.
Y eso es cierto, mi mirada perdida, como dices
era mi mejor forma de encontrarte,
más allá del misterio de mis ganas
¡te cargaba en mi alma!

Todo ha cambiado, incluso mi mirada,
porque he perdido el alma.
Mis pupilas ya no miran ni siquiera la nada,
Y yo que renací cantándote en el viento
he olvidado cantar por las mañanas.


CLPP
14/03/11


RESPUESTA:


Quiso el golpe fiero de la muerte no permitir la posibilidad en lo imposible, lo posible en lo improbable, el encuentro, las miradas amorosas, el susurro de los versos, el adagio de tu voz, tarareando melodías. Quiso el golpe fiero de la muerte, separarnos antes de encontrarnos. Mas,  aún así, te sigo amando, como se aman esos amantes que sólo sueñan con mañana, cuando el hoy arrebata la ilusión del beso, del abrazo eterno.
Releo esta carta que recibí de ti,  sólo unos meses antes de tu partida y siento que quizás, no lo sé de cierto, pero lo deseo, que quizás en otra vida nos encontraremos y ya no será un sueño, ni el anhelo menguante, ni la utopía de un romance, será, la verdad que siempre ha guardado mi alma para ti, en este amor que nunca dejó ni dejará de ser. Entonces, sí, las pupilas mirarán el todo y  seguirás renaciendo cada mañana, cantándole al viento.
Hasta entonces amor, que hoy, mi nostalgia se llena de ti.

Yo.