llévame al mar,
tú que puedes,
tú que vuelas papalotes
en medio de tu sala,
que tienes una fuente
con un gnomo que sonríe
y hasta hadas que lanzan estrellas
mágicas de sus varitas plateadas.
llévame al mar,
tú que un día me prometiste
saltar sin paracaídas
del globo de los sueños.
¡anda! no tardes,
llévame al mar,
tú que puedes ,
porque sembraste
un jardín de ilusiones
en este pecho
que cerraba heridas
y pasaba páginas
de un ayer, sin ti.
Julio 13 de 2011
10 comentarios:
¡ Qué precioso ! ¿ añoranzas ! sueños retornados.
Muchos abrazos querida Esme, mucho hacía que no pasaba por aquí tanto como me gustan tus letras, pero sabes, los años no pasan a lo tonto y ya me encuentro cansada para tanto quehacer. En fin, te deseo mucho amor, paz y luz.
Leonor
Gracias infinitas mi querida Leonor.
Bellísima entrada
¡Qué hermosa poesía! Tan romántica, suplicante y con un bello título.
Me encantan estos versos finales, especialmente:
'porque sembraste un jardín de ilusiones en este pecho que cerraba heridas y pasaba páginas de un ayer, sin ti.' ESTUPENDO!!
Hoy ha sido mi día de suerte. Yo también soy poeta, de la Patagonia Argentina, pero ahora he subido unos videos de Facundo Cabral, Q.E.P.D. De igual modo, me interesa tu opinión si llegas a leer alguna poesía que encuentres debajo del genial Cabral.. ;-)
Abrazos y felicitaciones.
Un poquito pachucha y malucha ando yo
pero poco a poco quiero empezar
y llego acà
y leo tus cartas siempre siempre
maravillosas,
llevame al mar marinero
que quiero ver tu barca al pasar...
y recordar tu hermoso caminar...
bikiños guapisima....
Mixha, Sylvia,kamelucha, gracias por estar, por leer y dejar sus huellas.
Abrazos.
Kamelucha, espero fervientemente, te recuperes. Te acompaño en mucho con lo de estar pachucha, pero vamos a tomarnos las manos y a seguir adelante. Un beso querida.
hermosa
el mar es del azul de cada cielo
su pureza se empoza en otros mundos, mas gotea del aire tras tu sueño
en sus lunas hay temblores de desvelo,
su soledad salobre dulcifica
el mar...
es un vergel
que velas al rocío
y amanece rebosando en el recuerdo
y es también un rumor que a mi costado
entona tiernamente las heridas
del silencio.
R.A
Querida Ross, tú jamás eres silencio y estás cerca tan cerca del mar , que eres parte de él. Gracias por llegarte aquí.
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