jueves, 26 de febrero de 2009

Carta al otro lado del amor


Hmmmm. Se me ha presentado un conflicto de encabezado , a ver...¿Querido odio? ...¿Mi siempre recordado amigo, odio?

¡Qué odiosa situación! tratar con una emoción destructiva, que nos aniquila por dentro, y nos hace ser protagonistas de los más terribles actos en la ira que conlleva, llegando a enfrentarse familias enteras por alguna desaveniencia, como Montescos y Capuletos o como "Justo Brito y Juan Tabare dos hombres de vera y peinilla como no pare otra mare, quienes por una vieja rencilla, en el lugar que se vieran, la muerte juraron darse y todo por una palomita (una atención en un baile) de Paulina Colmenares", poema del venezolano Ángel Celestino Bello, o los celos incontrolables del Duelo del Mayoral, poema de Manuel Mur Orti, o de realizar hasta los más cursis comportamientos en los arrebatos que nos hacen decir y hacer estupideces, siempre dañinas para ambas, o múltiples partes.

Así que será mejor comenzar con...


Señor odio:

(Ahora caigo en cuenta y ¿por qué no, Señora odio?)


Es usted señor o señora odio, contraparte de todo lo que sentimos en bondad, amistad con afectos profundos, relaciones que nos permiten crecer, amor que nos hace sentir somos aves, brizna, brisa, romanticismo puro, ideales, utopías que nos arrastran a creer en lo posible de lo imposible, tolerancias, convirtiendose, señor o señora según sea el caso, en el lado oscuro de ese nuestro otro yo, ya destinatario anterior de una de mis cartas nunca escritas. Y es que , permitame decirle, todos sentimos ese arranque de expresar un, ¡uff, es que lo odio! o ¡cuánto odio esta situación! llegando a nuestros labios casi sin pensar las palabras , pero sintiendo la adrenalina que recorre nuestro cuerpo.


Odiamos, repudiamos, situaciones, fenómenos sociales, políticos y hasta religiosos; sentimos antipatías que a veces ni siquiera sabemos explicar el porqué de ellas, evitando así, a la, o a las personas que nos son repulsivas, o quizás a los motivos, sin razón aparente, sin deternos a pensar y con ello a recordar que tal situación o tal persona, nos recuerda otra vivida atrás y que nos produjo dolor , una herida profunda o un miedo incontrolable por el terror sentido por la misma. El vivir situaciones límites nos lleva a pisar ese hilo fino entre el bienestar y el odio.


El odio nos convierte en seres irracionales a veces, violentos, y he aqui el punto , esa línea fina a la que hacía referencia antes, que separa o une a la bondad, al amor, a la entrega, con el odio, la ira, la aversión, la repulsa. Si algo me amenaza, o me pone entre la espada y la pared, peligrando mi integridad tanto física como moral, como de salud, es probable, es más es casi seguro que sienta odio hacia esos elementos perturbadores. Y lamentablemente además con tanto ser humano deshumanizado, aberrante en sus actos, violadores, secuestradores, asesinos, maltratadores, sádicos con sus congéneres del reino animal y hasta el vegetal, etc, formamos un club donde siempre salta la emoción llegando al sentimiento del odio y aqui en una confusión cuando de amar se trata.


Una celebérima canción criolla, vals peruano, para más señas, cuya música es de Rafael Otero, y la letra extraída de un soneto de Federico Barreto titulado " El último ruego" haciéndose famosa en la voz del cantante Julio Jaramillo o si lo prefieren de Los Panchos, describe perfectamete esa ambivalencia que sentimos a veces y nos perturba porque confundimos, unimos, hacemos simbiosis de los polos opuestos en el sentir...amor y odio, sin llegar a comprender en su totalidad que esos polos opuestos se atraen al punto que se ruega, "quiero odio más que indiferencia", es decir que es ¿peor la indiferencia al punto de acarrear ese pedimento de sentimiento tan arrasador como lo es el odio?, recordemos su letra y quien recuerda la música cántela conmigo, aunque no canto nada:



Odiame


Letra: Federico Barreto

Música: Rafael Otero López


Odiame por piedad yo te lo pido.
Odiame sin medida ni clemencia.
Odio quiero más que indiferencia
porque el rencor hiere menos que el olvido.
Si tu me odias, quedaré yo convencido
de que me amaste mujer con insistencia.
pero ten presente, y de acuerdo a la experiencia,
que tan sólo se odia lo querido...
pero ten presente, y de acuerdo a la experiencia,
que tan solo se odia lo querido.
Qué vale más yo niño y tú orgullosa?
o vale más tu débil hermosura?
piensa bien que en el fondo de la fosa
llevaremos la misma vestidura.




¿Se dan cuenta?, prefiere el odio a la indiferencia, que es preferible el odio al olvido, asegurando que sólo se odia lo querido.


Para seguir pensando y que cada uno de ustedes mis queridos lectores, saquen sus propias conclusiones y las compartamos para asi dar luz a esta negativa emoción que nos destruye , aleja y a la vez hace busquemos, nos aferremos al o a los objetos de ese odio para plantarnos delante de él o ellos , mirarse a los ojos, correr hacia los labios, besarlos hasta hacerlos sangrar o simplemente romper con todo y dar media vuelta mascullando toda clase de improperios ( en el mejor y más sano de los casos)


Asi que señor o señora odio, me es dificil despedirme de usted, porque confieso, alguna vez en medio de un paroxismo (¡ejem!, varios), he gritado y vomitado mis propios odios, aunque luego ande como perrito regañado.


De usted, atentamente,
no un sólo yo, si no todos los que habitan en mi.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

dios nos ampare y nos mantenga sanos, que el fuego se dé en nosotros en la mejor forma

un beso

José Luis López Recio dijo...

Muy cierta tu reflexión, para odiar antes se ha amado el objeto o sujeto odiado. Y de acuerdo conla canción, duele más la indiferencia que el odio.
Saludos

Radamanth dijo...

el odio es un sentimiento que al final nos causa dolor y no destruye, yo al final opto por la indiferencia, por que todo me resbale, porque no me afecte, y ese poema, cancion como querais llamarlo porqeu es ambas cosas, tiene mucha razon solo se odia lo que alguna vez se ha amado, pero tender hacia la indiferencia y el olvido al final es mas sano para la mente...besos

Radamanth dijo...

uys me acabo de dar cuenta de que me he comido una letra queria decir que nos destruye, todo lo contrario de lo que puse

roxana dijo...

oDIO, PALABRA QUE MUSTRA QUE EL OTRO EXISTE Y QUE PUEDE MODIFICAR NUESTRA OMNIPOTENCIA HUMANA. nOS MUESTRA LA LIMITACION DE NUESTRO SER Y SENTIR. SI EL OTRO NO EXISTE NO SE PRODUCE ODIO. LLANTO ES MEJOR PARA UNO QUE EL ODIO. EL LLANTO LIBERA, EL ODIO ENCARCELA Y PUEDE LLEVAR A UNA GUERRA!!!!
Un abrazo
y Buen fin de semana!

Moony-A media luz dijo...

Es que, el amor y el odio son el mismo sentimiento en dos extremos opuestos.
Es como ese dial que se mueve de un extremo a otro, pero, en la misma línea.
Por lo tanto, igual de presentes en todos nosotros.Sólo puede odiarse lo que se amó.

Un beso grande.

maracuyá dijo...

nunca pude odiar a quien he amado. Mucho dolor, pero no odio y al fin llega el vacío, la indiferencia. Un duelo lento y un bonito recuerdo de algo que no pudo ser...y que cuando termina no puede ser resucitado.

No sé, así me ocurre a mí...pero cada uno...

Besos

estoy_viva dijo...

Cuando puedas pasate por mi blog tienes un premio a la Dulzura por lo que transmites en tus preciosos post.
Con cariño
Mari

Anónimo dijo...

Ufff esta palabra me asusta.

Cartas que nunca escribí dijo...

Estela, asusta sí, pero va en nosotros queramos o no.
El asunto está en saber amarra esos demonios...pero...habría que hacerse muchas interrogantes y tratar de diferenciar muchas cosas o identificarlas...no sé.

Gracias a ti y a todos por su bondad en visitar este buzón.

MARI: ¡GRACIAS!, Ya esta aqui tu ternura de presente.

Unknown dijo...

Yo…,yo….,yo, la canto con vos !!!.
Y si me permitís, la toco también en mi guitarra!.
Que hermoso vals!.
Y que hermosa carta que no escribiste hoy mi bella gema!!!

“Uffff…ya llegó el pesado ese!!!” , seguro dirás.
No importa. Salvo que elimines, mi mensaje quedará acá como una impronta, una marca!.

Me gustaría diferenciar los conceptos de ODIO, INDIFERENCIA Y OLVIDO.

Lo que llamamos ODIO, al igual que el amor, la tristeza, la alegría, etc., caen entre los llamados sentimientos o emociones.

La INDIFERENCIA, no es un sentimiento propiamente dicho, si no más: una actitud, o a veces, una “estrategia”.
Decir: “Me da lo mismo!”, cuando es genuina la expresión, significa que algo…, una situación, un objeto, o lo que sea, no produce ningún efecto emocional en nuestra persona. Ahora, decir: “Me da lo mismo lo que hagas!”, no es igual, porque de hecho, lo que hagas, si involucra mi ser, no me dará lo mismo, ¿no?.

El OLVIDO, cuando también es legítimo, esta relacionado a un proceso mental que se denomina: “economización de la memoria”. Vale decir, sería agotador, mentalmente, si diariamente viniesen a nuestra mente los recuerdos de todos los episodios vividos en nuestras vidas.

Cualquiera de los sentimientos que mencioné tienen repercusiones psico-emocionales.
Podemos decir que unos repercutirán en forma positiva y otros negativamente.

El sentimiento de ODIO, como bien mencionas, en ocasiones es justificable, ya que muchos hechos que observamos socialmente, para quienes nos consideremos “bien nacidos” son merecedor del sentimiento de ODIO.
En estas ocasiones, lo que no es justificable, es quedarnos “reverberando” en ese sentimiento y no hacer nada para modificar la realidad.
El ODIO puede convertirse en un sentimiento movilizador y transformarnos en “militantes” de la vida.
Me viene a la memoria las estrofas de una canción de Pablo Milanes, a propósito de cómo encauzaría él su ODIO en relación a lo sucedido en Santiago de Chile durante la última dictadura militar de ese país.

Título: “Yo Pisaré Las Calles Nuevamente”

“Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé las primeras balas
más temprano que tarde, sin reposo.

Retornarán los libros, las canciones
que quemaron las manos asesinas.
Renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.”

En este contexto, los términos de ODIO, INDIFERENCIA Y OLVIDO, me impresiona que remiten a situación de relaciones de pareja, hetero u homosexuales, da lo mismo.

Cuando decimos que odiamos a alguien que una vez amamos (como el odio puede ser considerado la contra-cara del amor), lo que en realidad sucede, es que NO odiamos a la otra persona, si no a su actitud, es decir, su INDIFERENCIA (o también, por que no, su OLVIDO), y ello, porque su INDIFERENCIA nos produce FRUSTRACIÓN, por no lograr lo querido.
Como bien decís en tu carta, lo paradojal de ese sentimiento que definimos como odio hacia alguien que amamos, es que si esa persona que decimos odiar, nos diese una señal de interés, nos arrojaríamos a sus brazos (aquí violines!...jajaja!); por ende ¿era ODIO lo que sentimos?.

El OLVIDO es un proceso natural. Yo, por ejemplo, no tengo en mi memoria en forma constante todas las mujeres con las que he tenido un vínculo. Si me esfuerzo, puedo recordarlas a cada una de ellas. Sin embargo, no me son INDIFERENTES. De hecho si me las cruzara por la calle, con seguridad, me detendría a conversar con ellas de viejos tiempos.

LA INDIFERENCIA (como la humedad…jajaja!) MATA !!!.

Por ello el autor del vals dice que prefiere el OLVIDO a la INDIFERENCIA.
Yo sé lo que es sentir la INDIFERENCIA del otro hacia mí. Y ella no me producía, odio sino angustia, un sentimiento de haber “muerto”. Pero a su vez llegó un momento en que me dije: “No puedo resultarle indiferente…, seguramente es una ACTITUD, una
ESTRATEGIA que esta utilizando para que yo me lo crea, pero con ella, solo me demuestra que, genuinamente, no me ha olvidado, no le resulto realmente indiferente” y ante esa inevitable actitud concluí: “No te enganches…, Sánchez…!”.

Uffff….ya ando perdido, mejor me voy antes que me ODIES!

Un beso grande!
Cuidate!
Rik

Cartas que nunca escribí dijo...

Mi querido Ricardo: no hay dudas, has desmenuzado, así literalmente dicho, mi carta nunca escrita y sí algunas veces sentida. Porque no oculto mis emociones, las vivo, no les temo, como no le temí al cáncer, ni a nada que no tenga remedio y si no lo tiene, me preparo para darle batalla igual hasta el final, eso sí, no rumio por mucho tiempo lo que tanto daño puede hacer. Crecer duele, pero más duele no crecer, es mi lema y aunque "me cueste la vida" , aqui, metafórica y bolerísticamente hablando, crezco así tenga que volver sobre mis pasos y rectificar los entuertos.

Y ¿sabes algo? creo que todos a veces hacemos simbiosis o alquimia con las emociones y los sentimientos , por eso esa línea fina y difusa entre odiar y amar, porque como bien dices y tengo claro, la idiferencia, el abandono, el olvido, las expectativas puestas en ilusiones de un solo lado a veces, son las que hacen nacer las frustraciones y de alli ese rencor que lleva al odio sin serlo tanto. También es cierto que ciertas dosis de frustraciones, nos empujan a actuar, a resolver, a utilizar mecanismos de defensa positivos, aunque en el odio no es de engañarse, sean , negativas.

Debo decir, que cada comentario va enriqueciendo cada carta y estoy segura , ésta no será menos en cada sentir y cada opinar.

Gracias por estar y ser.

Besos,
Esmeralda

galmar dijo...

muy buena tu reflexión sobre las dos caras de la moneda :) también prefiero el odio a la indeferencia, pero a los dos, debe desbancar el amor! feliz fin de semana :)

Unknown dijo...

Hola Esmeralda!

Gracias por tu comentario en mi biblioteca!..., ahí dejé una pregunta que te la reitero acá: “y vos…¿queres cambiar?.”

Cuando de nosotros dependen nuestras actitudes de cambio, hacia nosotros o nuestras cosas, las probabilidades de modificar la realidad, aún un cáncer, son mayores que cuando intentamos cambios de actitud en las personas.

Este propósito puede transformarse en una quimera, un imposible (también bolerísticamente hablando!).

Sucede que a veces, las frustraciones por no lograr esos imposibles, nos pueden quitar energía para encarar otros desafíos que sí son factibles de alcanzar, y es ahí inteligente preguntarnos: ¿vale la pena, o simplemente buscamos regocijarnos con nuestros propios sufrimientos?.

Muchos besos!
Rik

Cartas que nunca escribí dijo...

Rik: totalmente de acuerdo contigo. Uno de mis graves problemas y no me equivocaría, de muchos, es el empeño de la razón, es decir, cuando siento, pienso y nadie me demuestra lo contrario de que tengo razón, caigo en un abismo fatal, choco contra todas las murallas, porque me empeño (repito) en que el otro u otra, vea lo que yo veo, o miro, comprenda lo que comprendo y trate de introyectar la razón de "mis razones", pero tampoco es a ultranza, cegada en eso de..."asi soy yo y nada hará cambiar". No, si me lema es de crecimiento, jamás puedo cerrar las puertas al cambio y sobre todo, si me ocurren frustraciones, son precisamente, en el campo del sentimiento que mueve al mundo para ser mejor. Nunca para dominar, ni privar de libertad a nadie. Eso sería una falta de respeto. Lo que puede ocurrir y eso será para otra carta...es tropezarse con la mentira o el engaño...lo que haría girar la noria de nuevo en el motor que la hace andar.
Y ciertamente, no es bueno regodearse en el sufrimiento, resta energía y salud. De allí las buenas actitudes hacia los cambios con estrategias adecuadas y metas posibles en sus logros. El éxito se asegurará en un alto porcentaje.

Gracias Ricardo , por mantener este diálogo, ser lector, acusioso comentarista y además, me encanta te guste la música venezolana, como me lo hiciste saber desde tu biblioteca.

Un abrazo y nos seguiremos leyendo.

Unknown dijo...

Querida Esmeralda!

Jajajaja…hace 10 minutos que estoy leyendo mi comentario y el tuyo últimos, y no encuentro ese error dedográfico de una “h” de más!.
Por las dudas te aclaro que en la frase: “ahí deje una pregunta”, esa palabra “ahí” hace referencia al “lugar”, el “sitio”; y cuando digo: “y es ahí inteligente preguntarnos” esta utilizada en el sentido de “en ese momento”, “en esa situación”.

Regresé porque me gusta visitarte, saber si me dejaste algún comentario sobre el mío, y además porque ahora, antes de irme ya a dormir unas horas (yo tengo 1 y ½ más de trasnochado que vos), me encontré con tu mensaje, que, por supuesto respondí.

Creo que este escrito tuyo se complementa con el anterior mío cuando mencionas la irritación que nos produce sentir que los demás no ven las mismas razones que nosotros, la misma “realidad”.

Justamente yo hice alusión a que los cambios dirigidos a aspectos que son propios, cosas o ideas, sobre todo estas últimas, que son las que más despiertan nuestras emociones, positivas o negativas, tienen más probabilidades de alcanzarse.
Vaya un ejemplo: mi mobiliario lo dispongo como me plazca, si como está no me agrada, y aunque pueda que no le agrade a otro esa nueva distribución, no por ello arrepentirme de lo hecho, porque son mis muebles, ¿no?.
Ahora, si es el otro el que me pidiera que se los re-distribuya, si no le agrada lo creado por mí, nada puedo hacer para que vuelva a reformar la distribución.

Otro tanto sucede en el plano de las interpretaciones, de las ideas, de las visiones de la “realidad”.
Por ende, aunque sintamos que caemos en un “abismo fatal” (como expresas), nada podemos hacer con ello.
Mas aún todavía, tropezarnos con la mentira o el engaño, es algo tan factible que suceda como que mañana asome el sol. Podemos prevenirnos, preservarnos, aconsejar a otros de usar un buen protector solar si es que está muy intenso su calor, pero imposible de evitar que salga.

Buenas noches…, hasta mañana!
Besos.
Rik

Cartas que nunca escribí dijo...

Que no es en esa h, es en el primer comentario mío...pero en fín, que no tiene importancia, que sé bien lo de ahí, allí, allá y más allá.
Jajajajja, nos seguimos leyendo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

COMENTARIO


En este otro lado del mar recibo una botella rebosante de odios, indiferencias, olvidos y frustraciones, estrategias y amores.
Llegó a mi costa arenosa y tibia en pleno ocaso. Genial embase para sentimientos y actitudes que mi corazón descalzo ni asume, ni desecha porque conforman el claro oscuro de la vida. Teóricamente hablando todo lo dicho es válido, prácticamente viviendo quien no ha sentido nunca cualquiera o a todos ellos, se la ha pasado de cuña, sin penas ni glorias en este valle monótono y cursi.
Siéntalo todo, experimente con cada uno, descuérece, destrócese, implíquese, desármese y ámese sobre todo como a esos otros imbéciles que no lo han sido lo suficiente como para no haberle removido hasta los mismos tuétanos.
Felicidades a todos e incluso a mí por estar vivos que es en fin y al fin, lo viable para todo lo anterior.
Vivamos pues!!!
Un beso tan odiosamente deseado como imposiblemente sentido. Ah... con frustraciones y sin estrategias!
Un Angel

(L.Pinto )

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

No se.. el odio es un sentimiento muy terrible , todos somos capaces y todos lo experimentamos alguan vez en nuestras vidas. El odio hace daño pero empieza por el que lo siente. Si tengo que decidir prefiero la indiferencia. El odio hace daño la indiferencia lleva al olvido y olvidar lo que produce odio no es malo aunque tambie´n duela.
Un abrazo querida amiga

GEORGIA dijo...

un abrazo, sin odio ni indiferencia ;)

Moony-A media luz dijo...

Esmeralda, tienes una o varias cositas en mi casa. las que te gusten.

Un beso enorme.

Mateo Bellido dijo...

Hola. Buenas tardes desde España.
Hace algún tiempo que no te visitaba, pero te tenía presente y deseaba conocer tus últimas cartas.
Debo confesar que he leído ésta varias veces, pues no quería que se me escaparan detalles donde intuir tus auténticos sentimientos.
El tema que tratas es peliagudo de tan evidente y común. ¿Quién no ha sentido amor, odio, indiferencia, olvido? o ¿quién no lo ha sufrido?
Vamos resolviendo esos conflictos como mejor nos dio Dios a entender. Y en el camino dejamos jirones de piel.
La letra de la canción la tengo presente desde que la oí por primera vez...y la llevo por bandera.
Me gusta leer tus cartas, porque siempre dicen mucho de lo que yo nunca escribí.
Besos y feliz semana sin odio ni indiferencia.

KLAU dijo...

QUE HERMOSA CARTA MI REINA !! SIN DUDA ALGUNA PREFIERO SER ODIADA A SERLE INDIFERENTE A QUIEN QUIERO (O HE AMADO)SIGUE SIENDO "ODIOSO" EL ODIO PERO ES ALGO QUE EXISTE ... LA INDIFERENCIA PARECE QUE NOS VOLVIERA INVISIBLES...FANTASMAS..

MIL BESOS
TE QUIERE
KLAU ♥

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

... es de los blog mejores. Todos tienen su ángel, su porqué y su decir. Pero aunar además calidad literaria es dificil. El tuyo la tiene.
un placer leerte.
buen domingo

charlotte dijo...

Creo que el odio nos viene por defecto, digo al nacer, lidiamos con eso toda la vida, para que no nos destruya, es un largo camino, pero se puede llegar. Como siempre, tus cartas son preciosas, se trate del tema que se trate, un abrazdo grande cartas.

Maite dijo...

Gracias siempre por tus cartas que nos hacen reflexionar.

Un abrazo

Maite